Suelo Pélvico y feminismo. Soberanía íntima.

 

 

Los días 8 y 9 de noviembre se ha celebrado en Valencia el I workshop “Feminismes i sobiranies”, organizado por la Fundación Nexe. Presenté una comunicación titulada “Sòl pèlvic i feminisme” de la que os dejo un resumen.

Quiero agradecer a Patricia Perpinyà que me avisara de este evento y me animara a presentar una comunicación.

 

¿Qué relación puede tener una fisioterapeuta con las soberanías y el feminismo? Si bien la población general nos sigue identificando con técnicas de tratamiento pasivo como pueda ser el masaje, la realidad clínica de nuestro día a día es bien diferente, como especialista en suelo pélvico la gran mayoría de pacientes que atiendo son mujeres con disfunciones de suelo pélvico.

Como sanitaria voy a hablaros de salud, en concreto del suelo pélvico en relación a la propia gestión de nuestro cuerpo y una región anatómica a la que se suma el tabú social que todavía existe y que hace que a estas alturas todavía no forme parte de la educación básica de nuestros hijos y especialmente de nuestras hijas.

Dejemos de normalizar el hecho de perder orina por hacerte mayor o tener hijos hijos. 

Suelo pélvico, esa parte de la anatomía que muchas mujeres no conocen hasta que tienen una disfunción como pérdidas de orina o un prolapso tras el paso de los años, con o sin embarazos.

La llamamos suelo porque tiene un techo, que es el diafragma, músculo respiratorio principal, y tiene paredes, siendo la más importante la pared abdominal destacando en un suelo pélvico saludable la musculatura profunda abdominal.¿Qué pasa si no tengo un suelo pélvico competente? Pues que ante un esfuerzo la presión se irá por el punto débil que suele ser hacia abajo.

¿Cuál es el último anuncios de compresas para pérdidas de orina que has visto?
Suele aparecer una mujer o varias, demasiado jóvenes para resignarse a orinarse encima pero parece que no tienen más alternativa. Y si os digo que esto no es así, en realidad se trata de un ANUNCIO de la industria para vendernos absorbentes que no necesitaríamos con unas sesiones de fisioterapia con el objetivo de reeducar y entrenar el suelo pélvico. Mucho más barato pero quién va a patrocinar a un fisioterapeuta y que la gran industria patriarcal no nos venda compresas para la incontinencia de orina, ¿No han vendido ya bastantes absorbentes para la menstruación? ¿Por cierto ¿Hablando de compresas y tampones ¿Conocéis la copa menstrual? Porque es uno de mis descubrimientos en los que dije: Y esto por qué no lo encontré antes!!!
Por no hablar de los anuncios de compresas en los que aparece un líquido azul, AZUL, ¡AZUUUUULLL!

Uno de los primeros anuncios que recuerdo lo hacía Concha Velasco siendo ya una mujer mayor de 65 años pero años después la elegida fue María Adanez, mujer menor de 40 años que tenía pérdidas de orina cuando hacía ejercicios con sus amigas, dejemos de normalizar ya las pérdidas de orina ya que no son normales a ninguna edad, y sobre todo las más jóvenes están dispuestas a poner remedio en cuanto saben que podemos ayudarlas.

Las mujeres tenemos que tener suficiente información acerca de los procesos biológicos y tomar decisiones conociendo todas las alternativas: para la incontinencia de orina la sanidad pública no ofrece en su cartera de servicios la fisioterapia de suelo pélvico o lo hace de forma anecdótica con grandes listas de espera, ¿No se debería de informar a las mujeres que se quejan de pérdidas de orina de todas las alternativas de tratamiento? Tanto las que están a su disposición en la sanidad pública como las que pueden encontrar en las clínicas privadas, ahí es donde estamos la mayoría de fisioterapeutas, igual que pasa con otros profesionales sanitarios como nutricionistas, podólogos y psicólogos.

Tienes derecho a que se te informe de cuáles son los mejores tratamientos para la incontinencia siendo la fisioterapia la primera línea de tratamiento, y no solo lo digo yo, lo dicen las guías clínicas de urología, estas guías nos dicen a los sanitarios como debemos abordar cada patología a mediante logaritmos de tratamientos.

Tan fácil y tan complicado, la fisioterapia consiste en valorar la musculatura, si eres capaz de realizar una contracción o no, si la haces y con cuánta fuerza, si la puedes repetir varias veces, si lo haces tumbada pero no sentada o de pie, con lo cual tienes un problema porque no vivimos tumbados en una camilla sino en movimiento y cuando necesites realizar un esfuerzo como toser, estornudar o levantar un peso debes de tener una musculatura competente en esas situaciones para lo que en las sesiones de fisioterapia se entrenan tanto la fuerza como el control motor de suelo pélvico de forma dinámica. Como veis son demasiadas variables para que una mujer sola en su casa sepa si está haciéndolo bien con información de internet o con una hoja entregada con algún ejercicio por escrito.

La evidencia científica dice que somos la primera línea de tratamiento para la incontinencia de orina, exijamos ese derecho a nuestra salud desde todos los ámbitos, especialmente cambios en gestión sanitaria, la fisioterapia es costo efectiva o sea, que ahorramos dinero a la sanidad dado que los tratamiento médicos que prevenimos, reducimos o evitamos son mucho más costosos y pueden tener efectos secundarios. No es justo que el acceso público a un fisioterapeuta de suelo pélvico dependa de tu código postal, no tenemos el mismo ratio de paciente/fisioterapeuta por habitante en todas las zonas de salud y no llegamos ni de lejos a la recomendaciones mínimas de la OMS. No me refiero solo a las diferencias entre comunidades autónomas que todas conocemos, aquí mismo, en Valencia, depende de tu hospital de referencia que haya fisioterapeutas de suelo pélvico o no, ya que esto depende de que la gerencia de ese hospital se haya puesto las pilas o no. Estamos aquí y somos un recurso humano infrautilizado. ¿Tendrá algo que ver que en gestión mayoritariamente sean hombres los encargados de esto? Si bien estamos rompiendo el techo de cristal, queda mucho por avanzar, las sanitarias siendo mayoría mujeres no se mantiene esa proporción en los puestos de dirección siendo mayoritariamente hombres los que están tomando decisiones. Y diría más, las fisioterapeutas en la sanidad pública somos una minoría que apenas tiene voz con el hándicap de que son los propios compañeros dirigentes como médicos y enfermeras los que desconocen nuestro trabajo.

¿Cómo saber si tengo un suelo pélvico saludable?

  • Estornudo, toso o realizo esfuerzos sin perder unas gotas o un chorrito de orina.
  • No tengo urgencia imperiosa de ir al WC ni se me vacía la vejiga cuando siento la urgencia.
  • No necesito llevar protección como salva-slip o ropa interior de recambio por si acaso.
  • Puedo tener un orgasmo.
  • Mis relaciones sexuales coitales son sin dolor.
  • No ensucio mi ropa interior con un poquito de heces tras defecar y no se me escapa un gas en el momento más inoportuno.
  • No noto un bulto o pesadez en mi suelo pélvico debido a un prolapso de víscera pélvicas.
  • No padezco estreñimiento (ir al WC todos los días y defecar de forma automática sin necesidad de realizar esfuerzos ni maniobras de prensión o manipulaciones).
  • Realizo ejercicio o cualquier otro hobby sin que mi vida se ve condicionada por el estado de mi suelo pélvico.

Anatómicamente la estructura del suelo pélvico femenino era desconocida, los últimos años se ha producido una revolución al reproducir nuestro clítoris en los libros de anatomía.
La ciencia heteropatrialcal siempre ha tenido al aparato reproductor como simple espacio para el disfrute del hombre mediante el coito y como incubadora de bebés, fue una mujer, la uróloga australiana Helen O’Connell quién mostró en 1998 (hace solo 21 años) a la comunidad científica como es el clítoris realmente, el glande solo es la punta del iceberg, bajo la vulva se sitúa su cuerpo en tamaño similar al de un pene, con sus cuerpos bulbo-esponjoso y bulbo-cavernosos que se llenan de sangre provocando una erección que culmina con un orgasmo durante el cual se contraen de forma rítmica.¿Sabes qué tiene más de 8000 terminaciones nerviosas? El doble que los hombres. Las mamíferas tenemos este órgano exclusivo para el placer. Y acabemos con el mito, no hay distintos tipos de orgasmos, vaginal o clitoriano, sino que tenemos un “orgasmo” y distintos modos de obtenerlo.

Cuando en consulta pregunto por el orgasmo sigo obteniendo caras de sorpresa por la pregunta y respuestas de algunas mujeres como es que no tengo pareja, es que desde que me divorcié no quise saber nada. Tanta represión religiosa durante la dictadura y años posteriores y la falta de educación sexual hace que sigamos obteniendo respuestas como esta.

Hablemos ahora del dolor pélvico crónico (DPC):

Definición dolor: “El dolor es una experiencia desagradable sensitiva y emocional asociada a un daño real o potencial de los tejidos o descrita en términos de dicho daño”

La fisioterapia de suelo pélvico, y en general la fisioterapia, tienen suficiente bagaje científico para poder decir que somos un profesional de primera intención en el abordaje de pacientes con dolor pélvico crónico, Patrick Wall (1925-2001), neurocientífico experto en dolor ya dijo que la fisioterapia era el gigante dormido del tratamiento del dolor.

La media de tiempo para que una mujer sea diagnosticada de endometriosis es de ¡10 años! Sí, sí, no me he equivocado. Chicas, la regla no duele, si una mujer se queja en consulta de reglas dolorosas, incapacitantes, visita urgencias todos los meses para paliar su dolor, algo pasa. ¿NO? ¿Y qué me decís de la vulvodinia o de cualquier otro dolor relacionado con nuestros genitales? No son mujeres histéricas, su dolor es tan real como que todas estamos aquí ahora mismo, sabemos ya que en muchas pacientes con DPC hay antecedentes de abusos sexuales, malas experiencias sexuales, falta de educación sexual, violaciones, maltrato infantil…

El dolor crónico no oncológico se está convirtiendo en una epidemia tanto en suelo pélvico como en otras partes de nuestro cuerpo, muchas mujeres acaban siendo tachadas de histéricas y salen con una etiqueta de fibromialgia sin que acaben de creer que su dolor es real ni una solución que mejore su calidad de vida.

Para el dolor crónico tenemos un gran poder sobre los pacientes: el movimiento. La educación en dolor y la exposición al movimiento son los pilares para el tratamiento de cualquier dolor crónico.

Los dolores crónicos forman parte del fenómeno conocido como sensibilización central, una verdadera epidemia de los últimos años, combatida desde los frentes erróneos medicalizando y haciendo técnicas invasivas, generando mucho gasto en sanidad, y empresas debido al gasto en bajas laborales, seguridad social en incapacidades…

Nos estamos saltando la primera línea de tratamiento para el dolor pidiendo a las pacientes cosas como que vayan a hacer ejercicio por su cuenta, y esto no funciona, deben de ser evaluadas por un profesional sanitario que paute y ajuste esa dosis de ejercicio con una base científica que justifique el abordaje mediante el ejercicio terapéutico. Estamos abordando el dolor con mas gasto sanitario, sometiendo a las pacientes a tomar medicación de forma crónica y a procesos médicos invasivos que cuestan mucho dinero a la arcas de la sanidad. Reorganicemos los recursos de que disponemos y mejoremos la calidad de vida de nuestras pacientes.

No quiero dejarme en el tintero a las mujeres embarazadas. ¿Conocéis el término violencia obstétrica? Recientemente la ONU ha publicado un informe en el que pone de manifiesto que las mujeres estamos sufriendo procedimientos médicos invasivos sin anestesia, procedimientos realizados durante la atención al parto sin permiso ni consentimiento informado, episiotomías cosidas de más para dar el famoso “punto del marido”, faltas de respeto e infantilización de las mujeres en los paritarios y en las consultas. Todo fruto de una medicina patriarcal ejercida durante siglos solo por hombres.  Gracias a asociaciones de mujeres como el parto es nuestro está cambiando la atención pero nos queda mucho camino que recorrer.

Ayudadme, yo sola no puedo desde mi consulta, todo el colectivo de mujeres juntas con información y empoderadas  podemos cambiar la atención a la mujer en todas las etapas de su vida.

Autovaloración:

Siéntate al borde de una silla con ambos pies apoyados en el suelo, elonga tu espalda e intenta hacer una contracción del suelo pélvico, para ello imagina que tienes un aire y estás en público por lo que no puedes dejarlo salir, contrae y mantén contando cuántos segundos puedes.

Algunas no habréis notado nada debido a la debilidad y/o la falta de control motor de vuestro suelo pélvico, otras habréis hecho una contracción de pocos segundos. Con un suelo pélvico reeducado deberías de llegar a 10 segundos siendo capaz de hacer una serie de 10.

Ahora imagina como puede cambiar la contracción mientras caminas por la calle, realizas ejercicios, levantas un peso, toses, nuestra vida es muy activa por lo que necesitamos un suelo pélvico competente que gestione bien las presiones para no tener ninguna disfunción. La fisioterapia del suelo pélvico en fases intermedia y avanzada se trabaja en movimiento porque es donde más vas a necesitarlo.

Una cosa más, siéntate sobre tu mano y tose fuerte, deberías de ser capaz de anticiparte al esfuerzo con una contracción del suelo pélvico.

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